
La fusión de las Cajas (Cajaduero, Cajaespaña y Cajaburgos) se está cobrando ya su precio.Las previsiones son que 1. 400 trabajadores de dichas entidades irán al paro. Familias que vivían placenteramente, tendrán que vivir meses de ansiedad y tribulaciones.Todo para satisfacer la ambicición y el mangoneo económico de la Junta (carente de lo que ellos llamaban "músculo financiero"). Los voceros de esta fusión (Isabel Carrasco a la cabeza, de quien se rumorea que pueda ser nombrada presidenta de la "super-mega caja" ) pregonan las excelencias de la fusión (claro, ellos no irán al paro). Una vez más se enfrenta a las provincias de la comunidad, dos leonesas y una castellana, por la sede (migajas) para que los jerifaltes de Herrera no tengan freno a su intervencionismo económico. ¿Será esta fusión la antesala de un nuevo caso Caja Castilla-La Mancha?Yo, por si acaso iré cambiando mis ahorros de sitio.