Una vez más, la política centralista y colonialista de la Junta de Castilla perjudica a Salamanca. Las líneas de ferrocarril de largo recorrido que unen la capital cultural del País Leonés con el País Vasco, Zaragoza o Barcelona tendrán que trasbordar en las zonas castellanas de Palencia o, como no, Valladolid.Sin una autonomía que defienda las tierras del Sur del Reino de León, nuestras ciudades se vacían, la juventud se marcha y la economía se arruina.
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