La ciudad de Salamanca asiste estupefacta al debate sobre el candidato del P.P. a su alcaldía. El retiro de Julián Lanzarote -necesario, ya tardaba- ha levantado una polvareda en la que los militantes del P.P. salmantino son sólo invitados de piedra para una decisión crucial que afecta al futuro de la capital cultural del País Leonés.Desde Valladolid se trata a Salamanca como una colonia, que no puede decidir por sí sola.Además, el candidato elegido es Mañueco, perteneciente a una familia de lo más sospechoso por su vinculación con financiación "especial" del P.P.Ya es hora que surja un candidato salamantino, por y para Salamanca.
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