Se ha hecho realidad la pesadilla de muchos ahorradores de las provincias de Salamanca y León. Las dos cajas más potentes del Reino de León fueron obligadas por la Junta de Castilla a unirse (a eso lo llamaban, "sacar músculo financiero").Se descartaron fusiones con otras cajas (Cajastur, Cajamadrid) porque no eran de Castilla y León.Criterios políticos que se han demostrado inútiles y anti-económicos. Otras cajas de la "comunidad", previendo el embarque que la Junta quería venderles, se desmarcaron de esta operación política. Las dos cajas se unieron, en contra del sentir de los ciudadanos. Una vez hecha la fusión, se destapó el estado cercano a la quiebra inminente de las dos cajas. Requerían una nueva fusión. Se buscaban socios potentes en el mercado nacional.Es decir, ahora se hacía lo contrario que la Junta había dicho en un principio que debía hacerse: unirse con cajas extra-comunitarias.Primero apareció como socio "Banco Mare Nostrum", pero echaron un vistazo a la caja y oyeron las pretensiones de intromisión política de la Junta. Resultado: fín de la fusión. Ahora, también ha fracasado el intento de unirse a Unicaja. En realidad, lo que se había pactado con Unicaja era la absorción de Cajaespaña-duero, por la entidad andaluza.Pero, ni por esas.A partir de este nuevo fracaso, a la "supercaja" (como fue llamada por la prensa castellanista) sólo le queda la opción de convertirse en banco. Es decir, que se han liquidado las dos cajas del Reino de León; los ahorradores perderán cualquier rasgo de políticas sociales (propias de las cajas de ahorro). Las cajas han sido eliminadas y ningún consejero, ningún político, ni de la Región Leonesa, ni de la Junta de Cstilla, responderá por ello.Nos han dejado sin cajas y un banco privado (y con sus finanzas en entredicho) se va a llevar los ahorros que miles de salmantinos, zamoranos y leoneses le confiaron durante generaciones.
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